La espiral alcista del carburante

Agencias
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Los precios de la gasolina y el diésel escalan a máximos anuales y acumulan subidas de un 10% y un 4% respectivamente desde pasado 1 de enero debido a la inestabilidad mundial

La espiral alcista del carburante - Foto: Javier Lizón

Cada vez que los conductores ven que la reserva de combustible de su vehículo está al límite, se cuestionan si no sería mejor un vehículo eléctrico para evitar las altas tarifas que están pagando cada vez que visitan la gasolinera.

En este contexto, el precio de la gasolina alcanzó un nuevo máximo anual la pasada semana y ya acumula más de tres meses al alza, con lo que se ha encarecido un 10% en lo que va de año. Así, el precio medio de gasolina sin plomo de 95 se sitúa en 1,686 euros por litro, un céntimo más que siete días antes, mientras que el litro de diésel bajó levemente, hasta 1,558 euros, aunque también acumula una subida del 4% desde que comenzó 2024.

Ambos carburantes comenzaron el año en curso registrando sus primeras subidas en tres meses, después de acumular caídas consecutivas desde finales de septiembre que les llevó a despedir el año pasado en niveles mínimos.

Con estos datos, llenar a día de hoy un depósito medio de gasolina de 55 litros, cuesta 92,7 euros, casi dos euros más que en las mismas fechas del ejercicio anterior. Por otro lado, llenar uno de gasóleo tiene un coste de 85,6 euros, también dos euros más que entonces. Cabe recordar que estas tarifas son orientativas y que pueden ser mayores o menores dependiendo de la estación a la que se acuda y de si se accede o no a descuentos por fidelización.

Los valores medios del litro de gasolina y del diésel se mantienen una semana más por encima de los niveles en los que estaba antes del estallido de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando era de 1,592 euros y 1,479 euros el litro, respectivamente. Sin embargo, ambos combustibles continúan lejos de los máximos que registraron el verano de 2022, en julio, cuando la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros.

Con estas tarifas, el precio de la gasolina en España continúa por debajo de la media de la Unión Europea, situado en 1,813 euros el litro, y de la eurozona, con un precio medio de 1,869 euros. En el caso del diésel, también es inferior al de la media de la UE, que es de 1,680 euros, y de la zona euro, donde marca un precio de 1,708 euros.

Impuestos. En los últimos días, coincidiendo con la campaña de la Renta 2023, se está hablado mucho de la presión fiscal que pagan los españoles, y se ha precisado que la suma de cotizaciones sociales e IRPF alcanza el 39% del sueldo bruto medio. Sin embargo, aquí no se acaba el pago de impuestos. Así, una vez que el trabajador recibe su nómina y empieza a hacer sus compras, observa que tiene que contar con otros gravámenes que se llevan un buen pico de su remuneración.

En el caso de los hidrocarburos, se calcula que los impuestos suponen alrededor de un 40% del coste total. Así, por ejemplo, en el Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH) en la gasolina sin plomo convencional se paga 400,69 euros por cada 1.000 litros, que llegan hasta los 431,92 euros por 1.000 litros de gasolina de 97 octanos o más

Lo mismo ocurre con el diésel, que tiene un impuesto de 307 euros por cada 1.000 litros. Hay que aclarar que el gasóleo para uso agrícola o pesquero está exento de esta carga fiscal, pero el de la automoción sí paga. Además, las Comunidades Autónomas pueden también complementar este tipo con otra tasa que sumase otros 4,8 céntimos/litro (tienen limitación de 48 euros cada 1.000 litros).

Asimismo, hay que contar con el IVA, que es del 21%. No hay IVA reducido para los combustibles como sí lo hay para otros bienes, aunque los profesionales del transporte se lo pueden desgravar (parcial o totalmente). 

Por último, hay que señalar que en el precio de los combustibles afecta una serie de costes de distribución y márgenes para las empresas que los trabajan. En concreto de entre un 12% y un 15% del total del coste del combustible, donde van incluidos los beneficios que ganan las empresas comercializadoras.