Sinopsis oficial
El director James Gunn aborda al superhéroe original en el recién imaginado universo DC con una singular mezcla de acción épica, humor y corazón, ofreciendo un Superman impulsado por la compasión y una creencia inherente en la bondad de la humanidad.
La crítica -
Por Juana Samanes
Desde que en el año 1978 el actor Cristopher Reeve encarnara a Superman, han pasado cuarenta y siete años y seis películas que lo han tenido como protagonista principal. Ahora, el recién inaugurado universo DC ha hecho una revisión, suponemos para captar al actual público adolescente y joven, pero que, curiosamente, tiene un argumento ochentero, muy de comic, donde abunda el humor. La razón hay que buscarla en que el director es James Gunn (conocido fundamentalmente por la franquicia de Guardianes de la Galaxia y Escuadrón Suicida) que ha optado por una historia de Superman nueva, algo para aplaudir.
Superman decide, sin consentimiento de su Gobierno, en intervenir en una guerra en la que un país árabe pobre ha sido invadido por otro con muchos más recursos armamentísticos. Hay oscuros y materialistas intereses en este trágico hecho, detrás de los cuales se encuentra Lex Luthor, uno de los enemigos acérrimos de Superman. Los peligros y consecuencias que acarrearán estos acontecimientos pondrán en una situación límite al hombre de acero, afortunadamente, en esta ocasión, tendrá aliados: no solo su compañera y la mujer a la que ama, Lois, sino la denominada Banda de la Justicia y una divertida mascota…
David Corenswet, con mejor trayectoria en series de televisión que en cine, interpreta a Superman y encabeza reparto de este filme distinto a lo que habíamos visto hasta ahora de este superhéroe metahumano, a su lado al simpático interprete Nicholas Hoult le ha tocado meterse en la piel del villano Lex Luthor, mientras que el conocido actor de televisión Nathan Fillion (visto en la serie Castle) encarna a un Linterna Verde vanidoso y con pelucón. Todos cumplen su papel perfectamente, en un relato repleto de acontecimientos en su metraje de dos horas.
Se aprecia que Gunn, a la par que humor, ha intentado ofrecer una faceta más humana de Superman en la que quiere indagar en la naturaleza de este superhombre enviado a la Tierra y que se ha impuesto como misión ayudar a las personas, entre las que se encuentra como "en casa" porque, como dicen sus responsables, confía en la bondad de la humanidad. Pero Gunn, aunque ha hecho a este superhéroe más cercano y menos épico, al mismo tiempo ha metido claramente un mensaje político de aceptación del inmigrante y otro de crítica del manejo espurio de las redes por auténticos descerebrados.