La crítica -
Por Juana Samanes
Novena entrega de la franquicia de Expediente Warren, que también incluye las películas de la terrorífica muñeca Annabelle. La anuncian como el último caso en el que trabajaron los famosos investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, encarnados con convicción por Vera Farmiga y Patrick Wilson. Como las tres anteriores entregas, que tienen como protagonistas a este matrimonio, se afirma que está inspirado en hechos reales.
Al igual que en casos anteriores el matrimonio Warren acude al auxilio de una familia de Pensilvania, los Smurl, cuyos ocho miembros viven aterrados por los continuos fenómenos sobrenaturales que suceden en su casa. Comenzaron a experimentar actividades extrañas el día de la confirmación de una de sus hijas y, a partir de ahí, subieron de peligrosidad. La acción se sitúa en los años 80 y en este relato juega un papel importante Judy, la única hija de los Warren.
. El productor y director de las dos primeras entregas James Wan ha anunciado que estamos ante la última película del universo Warren, quizás por ello Expediente Warren. El último rito es muy efectista y más explícita en imágenes que sus predecesoras, ese sería el mayor desacierto de este film que, no obstante, es emocionante.. Al ser el broche final es una especie de "mix" y reúne en su argumento todos los elementos que hacen temblar en la butaca a cualquier espectador aficionado a este género. Asi, durante todo el metraje se mantiene el suspense gracias a que no hay minuto en que no ocurra algo inquietante, porque suceden acontecimientos tenebrosos continuamente: desde seres poseídos por el demonio, presenciales fantasmales horribles u objetos aparentemente inocentes que, al cobrar vida, se pueden convertir en armas letales.
Con un gran trabajo en su montaje, el importante apartado de efectos visuales ha corrido a cargo del supervisor Scott Edelstein, y el productor Eric Bruneau, bien dirigidos, como el resto del equipo técnico por el veterano director Michael Chaves, que ya dirigió en el 2021 la película anterior: Expediente Warren: Obligado por el demonio.
Con una excelente puesta en escena, que recrea perfectamente los incrédulos años 80, también incide en el cambio de la sociedad y la forma de contemplar los fenómenos sobrenaturales, más aún si los que intentaban solucionarlos era un matrimonio cristiano, que utilizaba entre sus armas la oración.