Sinopsis oficial
En un pueblo valenciano, durante la posguerra, Ana trata de salir adelante con su familia; la guerra civil ha abierto una profunda herida en todos ellos, especialmente en su cuñado, Antonio. Ana intenta curar esa herida a base de guisos, secretos y silencios, pero cuando Isabel, recién casada con Antonio, llega a la familia, las atenciones y cuidados de Ana valdrán de poco o nada: el sacrificio no siempre tiene su recompensa.
La crítica -
Por Juana Samanes
Basada en la novela homónima de Rafael Chirbes, La buena letra supone todo un homenaje a aquellas féminas que vivieron en la posguerra española, una época dura porque se estaba recuperando el país tras un conflicto fratricida. Mujeres que dedicaron sus vidas al servicio a los demás, fundamentalmente al cuidado de sus seres queridos.
Ana vive con su familia en un pueblo valenciano durante la posguerra. Sobreviven con dificultades, más aún cuando tienen que ayudar a su cuñado, Antonio, que acaba de salir de la cárcel. Ana intenta superar las heridas provocadas por la guerra con atenciones a su alcance como guisos, cuidados del hogar y sabiendo escuchar. Pero cuando Antonio se casa con Isabel, algo cambiará en las relaciones instalándose la decepción.
No es una película esperanzadora, pero este filme intimista que presenta la directora Celia Rico Clavellino, que obtuvo multitud de premios gracias a su sencilla pero contundente, Viaje al cuarto de mi madre, se queda en la memoria. Como en aquella, los personajes femeninos vuelven a estar en primer plano; tanto el de Ana, una mujer que calla y se sacrifica por su familia, como el de su cuñada Isabel, que intenta disfrutar lo máximo en unas condiciones desfavorables. Siendo como es una película que tiene como telón de fondo la Guerra civil española, y las heridas que quedaron en el bando perdedor, La buena letra es un drama sobre relaciones humanas que fracasan, en este caso por ingratitud.
Sobre la joven actriz Loreto Mauleón reposa el peso total de la película y cumple con matrícula de honor su actuación: llena de miradas y silencios que tanto recuerdan a las mujeres abnegadas de aquella época que sacrificaron todos sus sueños por hacer la vida más fácil a sus seres más próximos. Esta actriz ha hecho una inmersión total de su personaje, puesto que durante tres meses, junto con la directora, se documentó sobre aquella época y, para encarnar mejor su papel, aprendió, por ejemplo, a guisar platos de entonces, a coser a máquina, ya que eso hace la protagonista. Porque, quizás lo más interesante de este filme, es que muestra una faceta hasta ahora poco descrita en el cine español sobre la vida cotidiana en aquellos tiempos, sobre lo que ocurría en los hogares de familias modestas que hacían malabares para comer todos los días.
El título de La buena letra hace alusión al comienzo de la película, cuando, tras la desaparición del cuñado, Antonio, y para consolar a su madre de su posible muerte, su hermano, Tomás, que lo quiere con locura, le pide a su mujer, Ana, que escriba, con letra bonita, una carta en la que presumiblemente Antonio diga que ha huido a Argentina y es feliz. De alguna forma, ese arranque ya condensa el mensaje de la película: una búsqueda de una felicidad que no existe en la vida de esa pareja y que creen que no se merecen.